Es propio del arte de la guerra que en ciertos momentos valga más producir lugares y amistades que armas y escudos.
Quien se exilia, exilia; el extranjero que parte se lleva consigo la ciudad habitable.
Los niños perdidos son los huérfanos de todos los órdenes conocidos. Bienaventurados los huérfanos, el caos del mundo les pertenece.
Lloras por lo que has perdido. Lo hemos perdido todo, en efecto. Pero mira a nuestro alrededor, hemos ganado hermanos, hemos ganado hermanas, tantos hermanos y tantas hermanas. Ahora, sólo esta nostalgia nos separa, y eso es algo inédito.
Huyamos, ya es la hora; pero te lo ruego, huyamos juntos.(Tiqqun)